Ingredientes: :
1 litro de leche
6 yemas de huevo
160 gr de azúcar
2 cucharadas colmadas de harina de maíz (tipo Maizena)
1 vaina de vainilla
200 gr de chocolate blanco
150 gr de chocolate negro (52% cacao)
Para decorar (opcional): ralladura de chocolate negro y unos mikados
PREPARACIÓN
Parte 1: Separar las claras de las yemas de huevo. Hervir la leche a fuego medio
junto con la vaina de vainilla (cortar por la mitad a lo largo y raspar el
interior).Mientras tanto, batir aparte las yemas de huevo junto con el azúcar,
hasta conseguir una crema espumosa y blanquecina. Fuera del fuego, verter la
leche caliente aromatizada a la mezcla de yemas y remover bien.
Parte 2: Derretir el chocolate, cada uno por separado en cuencos distintos.
Puedes hacerlo al baño María o en el microondas a máxima potencia (800w) en
intervalos de 40 seg. Yo he necesitado 2 min en total. Terminar de
fundir fuera del micro, removiendo muy bien. Echar la mitad de la mezcla de
yemas y leche en un cazo y calentar a fuego bajo. Diluir 1 cucharada de harina
en un poco de la mezcla anterior y añadir.
Parte 3: Verter a continuación, el chocolate fundido y cocer a fuego bajo. No
dejar de remover en ningún momento con unas varillas, para que la natilla
no se agarre en el fondo del cazo. Cuando la mezcla haya conseguido el
espesor deseado, retirar del fuego y reservar. Repetir el mismo proceso con la
otra mitad de leche y yemas, y el otro cuenco de chocolate fundido. Cuando ya
tengamos las dos natillas preparadas, de chocolate blanco y negro, verter
primero la natilla de chocolate que habrá quedado más espesa en el fondo de
unos vasitos y dejar reposar unos minutos.
Parte 4: Verter después y con cuidado la natilla de chocolate blanco encima de
la de chocolate negro. Así obtendremos unas natillas bicolor en el mismo vasito.
Dejar templar a temperatura ambiente y meter en el frigorífico hasta su consumo.
Puedes decorar las natillas antes de servirlas, con un poco de chocolate negro
rallado por encima.
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